LOS COMENTARIOS

To the Happy Few: espero que estos comentarios y las otras ideas o divagaciones que siguen en la bitácora presente puedan ser de alguna utilidad a quien quiere seguir o ya está en este oficio o carrera de las letras, ya porque sea muy joven y no tenga a quién acudir, o ya porque no siendo joven de cuerpo sí lo sea de espíritu, y desee o considere que es adecuado, con toda llaneza, combatir de este modo que ofrezco el aburrimiento...

Las reglas de uso que propongo al usuario son simples: que tus comentarios busquen la contundencia de la piedra lanzada y suspendida en el aire, buscando allí afinar la idea.

Deseo también que estos pequeños dardos de este diario personal que aquí inicio sirvan como disparadero de ideas para otros proyectos ajenos destinados a otros espacios.

Por último, los diálogos que se produzcan los consideraré estrictamente privados. Y no es preciso poner punto final a los mismos, pues incluso los ya transitados pueden recrudecerse pasado un tiempo.

martes, 17 de mayo de 2022

Leila Alaoui: Retrato de una rebelde, a propósito de Los Marroquíes

Leila Alaoui fue una rebelde. Esta es una de las conclusiones que extraemos del libro Off to Guaga, Diario de un duelo imposible, escrito por Abdelaziz B. Alaoui, el padre de Leila y ya publicado en Francia y Marruecos, y que pronto pasará al cine de la mano del director brasileño Fellipe Barbosa. “Off to Ouaga” (“Me voy a Uagadugú”) es el texto del último mensaje que Leila había enviado a su padre, antes de salir en misión fotográfica hacia Burkina Fasso, tras haber recibido un encargo internacional para destacar la situación de la mujer en África. Leila murió defendiendo esta causa en el atentado de Uagadudu, (Burkina Faso, 18 de enero 2016; el atentado fue el 15), mientras trabajaba en la campaña de Amnistía Internacional My Body, My Rights. Leila Alaoui es un icono de muchas cosas, entre otras, la defensa de los derechos de la mujer, y de los desfavorecidos, en defensa de los cuales falleció. Y una gran artista por encima de todo.

Moulay Abdeslam (C) Leila Alaoui Foundation
Leila Alaoui, la artista marroquí más internacional de los últimos 10 años, nació en Paris en 1982, de Christine, madre francesa y de padre marroquí. Estudió antropología y fotografía en la City University of New York. Su trabajo exploró la construcción de la identidad, la diversidad cultural y la migración en la región mediterránea. Utilizó la fotografía y el video arte para expresar las realidades sociales a través de un lenguaje visual que se encuentra en los límites del documental y las artes visuales. Leila fue siempre una activista comprometida que mediante su trabajo de fotoperiodista quiso siempre dar voz a los que no tenían voz, ya se tratase de los refugiados sirios, de los jóvenes que cruzan el estrecho en lanchas jugándose la vida, de los subsaharianos que se pierden en los desiertos buscando un mundo mejor o de las mujeres de la India o de África.

Después de trabajar en fotografía y cine, Alaoui regresó a Marruecos en 2008 cuando recibió una beca de la Unión Europea para un proyecto fotográfico sobre los migrantes, un tema cuyas consecuencias humanitarias le interesaba, siendo ella misma una heredera cultural enraizada en dos tradiciones que amaba, la marroquí y la francesa. El caso de la exposición Los Marroquíes explica su método de trabajo. Alaoui se internó en regiones remotas de Marruecos para recorrer pueblos o plazas con su estudio móvil para que la gente se acostumbrara a ella y se sintiera cómoda, nos dice la propia Leila. Luego esperaba el día del mercado, cuando venía gente no sólo de la aldea sino también de las aldeas vecinas. Instalaba el estudio en medio del mercado, con un fondo negro y dos focos. Y allí dejaba que la gente se acercase. Igual realizaba 200 fotografías hasta que una le parecía interesante. 


Ait Hani. 2014. Serie Los marroquíes. 
 Leila Alaoui. ©Fundación Leila Alaoui


En Los marroquíes
, Leila trata de revelar la subjetividad de las personas que retrata al tiempo que siente la urgencia de quien sabe que ese mundo está en trance de desaparecer, siguiendo, según sus propias palabras, la estela de Richard Avedon, en la serie que dedica a los héroes desconocidos del oeste americano, y la de Robert Frank, en aquel emblemático recorrido de 1957-58, que presentó con texto de Jack Kerouak. Pero Guillaume de Sardes con razón se pregunta por el objetivismo de Leila, que va más allá de estos maestros para entroncar sus retratos con los grandes artistas barrocos del siglo XVII o con renacentistas como Jan Van Eyck, s. XV, el último de los góticos.


Leila Alaoui, documentalista y retratista a un mismo tiempo, en estas imágenes reposadas, pone un extraordinario cuidado a la hora de reflejar la psicología y la "atmósfera del retratado”, concepto fundamental del francés Bernard Plossu y que permite añadir a la fotografía la secuencia temporal y emocional en la que debe ser mostrada su obra, que siempre es más importante que el espacio circundante, y todo ello nos habla de la delicadeza del trabajo de este estudio rodante que produjo la serie Los marroquíes. Sin duda, para Leila, fotografiar era participar de una ceremonia de posesión hipnótica que le permitía penetrar en el sujeto que tenía delante para producir un retrato completo, humano al cien por cien, mezcla de forma y fondo, ajeno a toda intención decorativa. Leila Alaoui desnudaba el alma de aquellos que se ponían a su disposición produciendo una tipo de fotografía que es vida, que hoy sigue siendo vida además de arte, aura mágica que nos hace volver a sentir el momento creativo de contacto de la artista con el mundo, a través de los testigos de esa epifanía que los retratos que tenemos delante.


Hoy, en el #InstitutoCervantes de Tánger que dirige Javier Rioyo, a seis años de su muerte, presentamos una obra creativa y artística que no ha dejado de suscitar un creciente interés internacional en galerías y museos, periódicos y revistas de todo el mundo. Por otra parte, y al mismo tiempo, el compromiso humanitario de Leila Alaoui con los refugiados y desfavorecidos del mundo y con las numerosas ONGS con las que colaboró (Consejo Danés para los Refugiados, Search for Common Ground, ACNUR, Amnistía Internacional, convierte a Leila Alaoui, la rebelde, en un icono necesario e imprescindible cuyo ejemplo y testimonio nos ha de ayudar a caminar en este mundo globalizado en lo económico, pero crecientemente amenazado por la intolerancia, la falta de libertad, por los prejuicios, y la desigualdad rampante.

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