LOS COMENTARIOS

To the Happy Few: espero que estos comentarios y las otras ideas o divagaciones que siguen en la bitácora presente puedan ser de alguna utilidad a quien quiere seguir o ya está en este oficio o carrera de las letras, ya porque sea muy joven y no tenga a quién acudir, o ya porque no siendo joven de cuerpo sí lo sea de espíritu, y desee o considere que es adecuado, con toda llaneza, combatir de este modo que ofrezco el aburrimiento...

Las reglas de uso que propongo al usuario son simples: que tus comentarios busquen la contundencia de la piedra lanzada y suspendida en el aire, buscando allí afinar la idea.

Deseo también que estos pequeños dardos de este diario personal que aquí inicio sirvan como disparadero de ideas para otros proyectos ajenos destinados a otros espacios.

Por último, los diálogos que se produzcan los consideraré estrictamente privados. Y no es preciso poner punto final a los mismos, pues incluso los ya transitados pueden recrudecerse pasado un tiempo.

martes, 5 de octubre de 2010

La ironía. Un ejemplo de Valle-Inclán y otro de Fernando Pessoa.

Supongo que relacionado con ese ejercicio de distancia al que antes aludía selecciono estas dos citas que nos pueden ayudar a pensar de otra manera. En la cita de Valle-Inclán hay muchas cosas, desde el esteticismo muy propio de su época de finales del siglo XIX y del amor por las ruinas y los jardines dolientes hasta esa postura muy literaria y querida por todos que nos hace simpatizar con los perdedores.
En la cita de Pessoa, se cierra otro círculo gigantesco de ironía, casi filosófico, donde el todo y la nada se funden, y donde el poder del poeta, en su soledad o en su delirio, le hace transcender el mundo entero, pareciéndose al Dios, o siendo uno de ellos.

Dice Valle-Inclán:
“Yo hallé siempre más bella la majestad caída que la sentada en el trono, y fui defensor de la Tradición por estética. El Carlismo tiene para mí el encanto solemne de las catedrales, y aún en los tiempos de guerra me hubiera contentado con que lo declarasen monumento nacional”.
(Marqués de Bradomín, en Sonata de invierno, 1905)

Dice Fernando Pessoa:
“No soy nada.
Nunca seré nada.
No puedo querer ser nada.
Aparte de eso, tengo en mí todos los sueños del mundo”.
(Tabaquería, de Álvaro de Campos, heterónimo de Fernando Pessoa, 1928)

2 comentarios:

  1. It is important, of interest, how we deal with pain differently and how events creep upon one unawares. The events that are foreseeable and those that are totally unexpected, are the magic of being alive.
    Pessoa what a master, pure result of boredom I am sure. Often I tell my students that only boredom will make them study :Sit down until you can’t stand it anymore, crushed with boredom, you’ll enter into your books with relief.
    Pessoa was one for creating worlds, characters and even his own persona. From the sound of it, he felt under such pressure to be someone else he created several personas. Was it pressure or pure pleasure? So is this taking us back to the creation of worlds? To avoid boredom? I remember “hastio en el salon familiar “and other similar poems. by A.Machado I think even one of his books, prior to Campos de Castilla, there’s a whole section about it. [1] People write for a variety of reasons, to re-create what they like, to create worlds, to explain people and their situations. Was God bored? Probably.


    [1] Sorry, will only footnotes write for academic papers. If you know Machado you’ll know which book I’m referring to and if you do want to know ask me and I’ll look for it but I fear they may be in those boxes so I’d have to search in a bookstore as libraries’ would take up too much time. ¿Soledades?

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  2. Querida Swatchka: tienes razón en ver las cosas así. En realidad el combate contra el aburrimiento y contra la vida normal de cada día es uno de los motivos para hacer lo que hacemos, escribir y crear otros mundos con los que nos escapamos del nuestro. Es el combate contra el spleen de Baudelaire o el ver gigantes donde hay molinos de don Miguel. Inventar personas como Pessoa es como inventar novelas y autores. A Borges le gustaba también ese juego. Es un paso más allá en esa libertad y en esa búsqueda de distancia de la que hablábamos antes. No sólo me invento el libro sino a también al autor de mi libro...

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